Descubra cómo la inclusión financiera está cambiando América Latina y fomentando el acceso a los servicios bancarios digitales.

El futuro de la inclusión financiera en América Latina: La banca abierta y los pagos instantáneos como motores de la transformación digital

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América Latina se encuentra en el centro de una revolución financiera impulsada por la digitalización bancaria. Según el Banco Mundial, aproximadamente el 40% de la población adulta de la región aún carece de acceso a servicios bancarios formales, lo que, a su vez, limita las oportunidades económicas y crediticias. Por lo tanto, la inclusión financiera es clave para transformar este escenario restrictivo en una oportunidad de crecimiento masivo para las empresas que operan en el sector financiero.

Mientras tanto, la digitalización financiera avanza rápidamente, con un claro ejemplo en la consolidación de Pix en Brasil como el principal método de pago, utilizado por casi el 77% de la población, según el Banco Central de Brasil. Del mismo modo, en México, la plataforma de pagos instantáneos CoDi, desarrollada por el Banco de México, cuenta ya con más de 12 millones de usuarios activos y se está expandiendo como alternativa digital para realizar transferencias instantáneas sin comisiones. Iniciativas de inclusión financiera como CoDi son fundamentales para integrar a más personas en el sistema financiero formal. Asimismo, en Colombia, Transfiya se ha convertido en uno de los sistemas de pago digitales más adoptados entre los usuarios finales y las pequeñas empresas.

Como resultado, lo que antes era un sistema financiero fragmentado y excluyente se está convirtiendo en un mercado altamente competitivo y en rápida expansión. Esta transformación no solo permite a las empresas que ofrecen soluciones digitales de pago, crédito y gestión financiera capitalizar esta nueva realidad, sino que también acelera aún más la inclusión financiera en toda la región.

Open Banking vs. Open Finance: diferencias y oportunidades de negocio

La evolución del sector financiero en América Latina está marcada por la adopción de la Banca Abierta y las Finanzas Abiertas, dos conceptos complementarios pero fundamentalmente diferentes que ayudan a la inclusión financiera.

La banca abierta permite a los usuarios compartir sus datos bancarios de forma segura entre distintas instituciones a través de API (interfaces de programación de aplicaciones), lo que hace que los servicios financieros sean más accesibles, ágiles y personalizados. Esto estimula la competencia y amplía la oferta de crédito, especialmente para quienes antes carecían de un historial financiero formal.

Open Finance, por su parte, extiende este concepto a un ecosistema más amplio, integrando no sólo datos bancarios sino también de seguros, pensiones, inversiones y otros productos financieros, creando un sistema aún más interconectado. Este modelo permite a las empresas financieras desarrollar productos más sofisticados y ofrecer soluciones integrales a sus clientes, fomentando así la inclusión financiera.

La seguridad es un aspecto crítico de este ecosistema. Para garantizar la protección de los datos, se están reforzando las regulaciones en toda América Latina, estableciendo normas para la autenticación y el uso responsable de la información compartida. Algunos requisitos esenciales para las instituciones que operan dentro de este nuevo modelo incluyen:

  • Cifrado avanzado
  • Autenticación multifactor
  • Consentimiento explícito del usuario

Además, un informe de McKinsey (2024) estima que la implementación de Open Banking y Open Finance podría generar un impacto económico de hasta 124 mil millones de dólares en América Latina para 2025, no solo impulsando la inclusión financiera, sino también desbloqueando nuevas oportunidades de monetización para fintechs y bancos que aprovechen esta transformación.

Pagos instantáneos e infraestructura financiera en América Latina

El auge de los pagos instantáneos va más allá de la inclusión financiera, representa un profundo cambio estructural en el funcionamiento de los sistemas de pago en toda América Latina. En lugar de depender de los intermediarios tradicionales, los pagos instantáneos permiten realizar transacciones directas, en tiempo real y 24 horas al día, 7 días a la semana, con menores costes, lo que los hace cada vez más populares tanto entre los consumidores como entre las empresas.

A diferencia de la digitalización bancaria tradicional, que requería infraestructuras sólidas y procesos burocráticos, los pagos instantáneos rompen barreras al ofrecer transparencia, rapidez e interoperabilidad. Esto beneficia a pymes, plataformas de comercio electrónico, marketplaces e incluso grandes corporaciones, ayudándoles a optimizar el flujo de caja, reducir los costes de transacción y mejorar la eficiencia operativa.

Los proveedores de servicios financieros deben adaptarse rápidamente a esta nueva realidad. El reto ya no consiste solo en ofrecer pagos digitales, sino en garantizar la plena integración entre los distintos sistemas financieros, permitiendo transacciones fluidas entre países y plataformas y, en última instancia, mejorando la inclusión financiera.

La revolución de la inclusión financiera en América Latina está en marcha. Descubra su impacto y sus oportunidades de crecimiento.

Retos y seguridad en el panorama digital

A pesar de los avances, la expansión de los pagos instantáneos y la banca abierta también conlleva importantes retos, en particular en lo que respecta a seguridad y fiabilidad de las transacciones. El aumento de las transacciones digitales ha provocado un incremento alarmante de los delitos financieros, lo que exige inversiones masivas en infraestructuras de seguridad y cumplimiento de la normativa.

En América Latina, los ciberataques relacionados con fraudes financieros se han disparado en los últimos años. Según datos de Febraban (2024), el fraude digital relacionado con pagos instantáneos ha aumentado un 200% en Brasil, lo que ha convertido la seguridad digital en una de las principales preocupaciones del sector.

Las amenazas incluyen:

  • Phishing: intentos de robar credenciales bancarias y datos sensibles;
  • Fraude transaccional: Transferencias no autorizadas debido a medidas de autenticación débiles;
  • Fraude de apropiación de cuentas: Los piratas informáticos acceden a las cuentas digitales de los usuarios para realizar transacciones fraudulentas.

Para mitigar estos riesgos, los bancos y las fintech están invirtiendo en soluciones de inteligencia artificial y aprendizaje automático, capaces de detectar transacciones sospechosas en tiempo real. Además, se están reforzando las normativas locales, que exigen la autenticación multifactor y la supervisión continua de las transacciones.

La normativa debe seguir el ritmo de esta rápida oleada de innovación, garantizando que la seguridad no se vea comprometida a medida que el sector financiero avanza hacia un modelo más digitalizado y accesible.

Ampliación de la empresa en la nueva era financiera

Los avances tecnológicos y el impacto directo en las transacciones financieras a nivel mundial demuestran que la digitalización ya no es sólo una tendencia, es una realidad consolidada. Para las empresas que buscan operar y expandirse en América Latina, contar con el socio estratégico adecuado marca la diferencia. Promover la inclusión financiera es crucial para que las empresas prosperen en este mercado en evolución.

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